lunes, 25 de octubre de 2010

Manifiesto Cluetrain

En mi primer post, cuyo contenido se centraba en la economía de la cancamusa, hablaba de la trascendencia de los directivos de una empresa a la hora de transmitir la realidad financiera y económica de una determinada compañía.

Hablábamos de cancamusa cuando tergiversaban la información con un escueto discurso en la que no había referencia económica alguna. Esa información por parte de la directiva, pertenece a lo que denominamos conversación.

El primer manifiesto, y para mí el más gráfico, nos dice que los mercados son conversaciones.
No hay mejor ejemplo que el de la cancamusa para explicar de qué va todo esto.
La conversación es el utensilio básico que tienen los directivos para poder interactuar con los consumidores y poder saber qué piensan.
Para las grandes compañías, ya que éstas disponen de una clientela más amplia, el manifiesto Cluetrain supone una fuente de ideas para saber cómo actuar ante cambios en el mundo empresarial como lo son la existencia de las webs 2.0.

Al igual que supone de “guía empresarial”, también puede empeorar la situación ya que en determinadas circunstancias, el hecho de aparecer en la red conlleva a la libertad de expresión y algún consumidor puede criticar o expresar su disconformidad públicamente.
Sin embargo, creo plenamente en el beneficio que uno puede extraer de poder comunicarnos con nuestros consumidores.
La posibilidad de crear una página en la que uno pueda ofrecer su producto me parece muy ventajosa, solo los más torpes no serían capaces de sacarle provecho, dicho así, los cancamuseros como los denomino yo.
La tesis nº 70 nos explica brevemente la correlación que existe entre la conversación y la cancamusa :

“Si no causas gran impresión en nosotros, tus inversionistas van a salir perdiendo. ¿Que no entienden esto? Si lo entendieran, no te permitirían hablar en la forma que lo haces.”

Este tipo de directivo, del cual discrepo ya que no comparto su visión empresarial, en vez de darle una finalidad coherente a la tecnología de la que hoy disponemos, solo tiene entre ceja y ceja comerle el coco a unos pocos y usar de manera malintencionada el poder de conversación del que tanto estamos hablando en este post. Hago hincapié en este tema para que nos demos cuenta de las posibilidades que tenemos entre las manos y la finalidad que algunos le dan….

Al contrario de todo este rollo cancamusero, existen otras muchas ventajas a simple vista que nos aporta la conversación entre mercados, a pesar de ello, hay que tener en cuenta que muchas de las empresas no están preparadas para hacer frente a estas 95 tesis.

Anteriormente, mencioné que el manifiesto suponía una fuente de ideas para las grandes empresas dada su mayor clientela, sin embargo pienso que las pymes son las que dan mayor y mejor uso del poder de conversación ya que su producto es más específico, con una clientela más reducida. Dos ventajas claras, la primera, la atención al cliente es directa y concisa ya que no son tantos clientes, y la resolución de problemas o desperfectos es menos tardía que en grandes compañías. Y la segunda, la posibilidad de expansión y crecimiento al darse a conocer por la red.

El uso del marketing básico televisivo, radiofónico ya no te proporciona la confianza del consumidor. Antes porque no había más remedio, la imagen de marca que uno tenía de un producto era gracias a su anuncio pero hoy en día, podemos ir lejos, mucho más lejos.
Podemos compartir opiniones con demás consumidores de todo el mundo, podemos pedir cualquier tipo de ayuda online para el uso del producto, podemos criticarlo, podemos alabarlo, podemos pedir información, podemos solicitar cambios o personalizaciones propias, todo está al alcance de nuestras manos y eso lo saben aprovechar diversas compañías

Una de las compañías que mejor ha sabido sacarle provecho a la hora de sacar al mercado un producto personalizado, es Dell.
Este fabricante de productos informáticos no vende a través de stock, o una estandarización de un producto, al revés, personaliza cada modelo, de esa manera el dueño de ese producto tiene la sensación de exclusividad. Es un valor añadido de marca que muchos no aprecian pero que otros tantos si desean presumir.
Primero ofrecen la posibilidad de un diseño exclusivo, tanto exterior como interior, escuchan la petición, interactúan con el consumidor final, ahí está el truco señores.

Muchas empresas que se han hecho grandes lo han conseguido a través de un producto al que dan salida tras su almacenamiento masivo (economía de escala) sin la posibilidad de poder cambiarlo.
Pero otras han conseguido un éxito más cercano al consumidor desde la personalización. De esta manera, yo como consumidor me considero mas especial por decirlo de una manera, ya que están fabricando un producto según mi criterio, lo cual ya descarta a otras muchas empresas que no tengan la capacidad de hacerlo, cerrando puertas a muchos competidores.

Parece que nos hemos desviado del primer manifiesto de Cluetrain pero nada más lejos de la realidad, conversación no tiene porque sugerir un simple intercambio de palabras sino que puede verse reflejado de otras maneras.

El hecho de que te ofrezcan un producto, tú te intereses por él, te pidan tu opinión y contestes, ¿acaso no es una conversación?

Lo que a todos nos gusta es sentirnos escuchados, ya no sólo a nivel social, sino también a nivel empresarial.
Día tras día disponemos de mejores contenidos e información para saber acerca de un producto, y es algo que las empresas han de aprovechar para satisfacer, ya no sólo la necesidad de un consumidor, sino la manera en la que le satisface.

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